Cómo restaurar y deshumidificar la mampostería.

^NOVOMUR® tiene una estructura alveolar de células abiertas, cuyas cavidades están rodeadas por un esqueleto termoaislante que las mantiene separadas y protege sus superficies interiores. Los alvéolos se comunican entre sí a través de una densa red de microporos que aseguran, por succión, el transporte de la humedad hacia los alvéolos mayores, desde los que se evapora.
Se produce, por tanto, un efecto despresurizador, debido a que en el espesor del enlucido se crea una cantidad muy elevada de aire en contacto con el aire exterior, hasta formar microvórtices, que inhalan vapor, permitiendo el proceso de desecación incluso en presencia de un proceso continuo de humidificación. Esto ocurre en el caso de muros contra el suelo o con cimientos sumergidos en agua y en caso de infiltración difusa de agua.

Cuando se aplica ^el enlucido despresurizante NOVOMUR® a las dos caras de un muro húmedo, la humedad incorporada en todo el espesor se desplaza en un flujo continuo hacia las caras calientes, donde es inhalada y expulsada, en forma de vapor, por la masa térmica despresurizante, hasta que se agota por completo. El proceso continuo de deshumidificación se estabiliza así en la base del muro, impidiendo que suban tanto la humedad como las sales, de modo que la mampostería ya no se humedece por el agua dispersa, y mucho menos se descascarilla por las sales.